Hoy en día es difícil encontrar un gimnasio, centro deportivo o club de baloncesto, fútbol, tenis… que no disponga de una sauna para todos sus clientes. Y es que los beneficios de una sauna después del gimnasio son enormes.
Una sauna te ayudará a cuidar de tu cuerpo de muchas formas diferentes. Por un lado, aumentará esa sensación de relax y tranquilidad que proporciona el ejercicio continuado. Por otro lado, cuidará de tus músculos y además, aumentará los beneficios del ejercicio físico. Por ejemplo, aumentará tus endorfinas, mejorará tu sistema circulatorio y mucho más.
La sauna es el mejor lugar en el que puedes estar tras una sesión de entrenamiento. Y aunque también es cierto que la sensación después de practicar deporte y de estar en una sauna pueden ser similares, en absoluto uno sustituye al otro.
Los beneficios que obtendrás son diferentes y practicar deporte con regularidad es totalmente necesario para nuestro organismo, así que una sauna nunca puede ser un sustituto. Más bien, es el lugar donde potenciar todos los beneficios del deporte; físicos y mentales.
5 beneficios de entrar en la sauna después del gimnasio
Hay decenas de pequeños beneficios de entrar en una sauna después del gimnasio, pero se pueden agrupar en algunos grupos; sistema circulatorio, músculos, sensación de serenidad y descanso, paz mental y cuidado y prevención.
¡Vamos a verlos!
Beneficia al corazón y al sistema circulatorio
El principal beneficio de la sauna es su repercusión en nuestros vasos sanguíneos. Esto es casi instantáneo y nos beneficia de múltiples formas. Los vasos sanguíneos y arterias se dilatan y de ese modo la sangre puede fluir con mayor rapidez.
Esto puede ser muy beneficioso para nuestro corazón y sistema circulatorio. No obstante, para algunas personas puede tener contraindicaciones ya que es posible que, por ejemplo, acelere el pulso.
En caso de que hayas padecido problemas de salud o de tensión deberías consultar con tu médico, si no, la sauna siempre te resultará beneficiosa después del ejercicio.
Y es que con el deporte mejoramos nuestra tensión, el pulso, la energía y resistencia de nuestro corazón, etcétera. Estos mismos beneficios se verán aumentados si tomas una sauna poco después.
Mejora la recuperación muscular
Asimismo, una sauna será el mejor lugar donde cuidar de tus músculos después de una dura sesión de ejercicios y estiramientos. ¿Por qué? Las temperaturas altas cuidan de tus tendones y músculos, haciendo que el espacio entre la actividad y el descanso sea más relajado. Es decir, los músculos no se enfriarán rápido de manera que es más fácil evitar que sufran algún tipo de pequeña lesión.
Estas pequeñas lesiones no son lesiones sino simples molestias que puede sufrir el músculo después de practicar deporte.
Es decir, si haces una actividad física y quieres cuidar de tu musculación, entra en una sauna y verás como todo tu cuerpo se relaja.
Te ayuda a relajarte
Pero no solo se relajan los músculos y tendones en una sauna, relajar la mente es el principal objetivo.
El deporte es uno de los métodos más efectivos para dejar atrás nuestras preocupaciones, miedos y ansiedades.
Por un lado, la actividad física nos ofrece concentración y por tanto retiramos la mente de nuestras preocupaciones, y por otro, gracias a que se liberan hormonas como la adrenalina y luego la serotonina podemos estar más felices y despreocupados. Esta sensación de felicidad que experimentamos después de hacer deporte aumenta si entramos en una sauna.
Los vapores, el calor… dilatan los vasos sanguíneos y se potencia la sensación placentera de descanso. Puede ser un subidón de alegría mezclado con cierto confort y serenidad. En conclusión, podrás relajarte mucho y tu mente obtendrá los mayores beneficios.
De ese modo, la sauna se convierte en un lugar adecuado para poner la mente en blanco, meditar, e incluso practicar otros deportes de forma suave y relajada como el yoga.
En conclusión, la sauna es otro lugar de entrenamiento y descanso a la vez.
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Evita hinchazón en los músculos y lesiones
Y otro beneficio de la sauna después del gimnasio es que puede ser el lugar en el que hagas los estiramientos posteriores al ejercicio.
Como sabrás, estirar después de la actividad física no solo es recomendable, sino que es totalmente necesario.
Además, en la sauna tus músculos se pueden estirar más, se dilatan y las probabilidades de sufrir una lesión son menores.
Por tanto, deberías estirar siempre en la sauna, sobre todo si crees que has hecho más ejercicio del indicado o te has forzado.
La sauna es un lugar donde prevenir futuras lesiones y donde puedes hacer pequeños masajes para mejorar la actividad y el estado de tus músculos. Si practicas deporte con regularidad o eres un deportista de élite, pronto notarás la diferencia.
Es un lugar para compartir con tus compañeros/as
Si practicas ejercicio con amigos o haces deporte en equipo, la sauna puede ser el mejor lugar para descansar en compañía. Además, puede ser un momento y el espacio correcto para repasar puntos a mejorar, ofrecer ideas de juego, comentar los puntos del partido, señalar errores con opción de mejora, etcétera.
En general, una sauna es un lugar más apropiado que un vestuario para estos encuentros pues la mente se encuentra más relajada y con menos tensión.
Consejos después de hacer deporte y antes de usar la sauna
Ya conoces todos los beneficios de la sauna después del gimnasio. Pero, ¿puedes usarla siempre a cualquier temperatura?, ¿importa si estás solo o acompañado?, ¿puedes entrar justo después de terminar tus ejercicios?, ¿necesitas estirar antes?
Hay muchas respuestas que debes conocer antes de entrar en la sauna después del gym.
Descansa unos minutos
En general no es conveniente entrar en la sauna inmediatamente después de practicar deporte. Aunque esto depende mucho de lo acostumbrado que estés al ejercicio, el tiempo que hayas practicado deporte, tu nivel de hidratación, tus pulsaciones y otra serie de variables.
Lo más recomendable es entrar en la sauna después del ejercicio solo si esta está a una temperatura media, por ejemplo a 35 – 40º. Y así, conforme pasan los minutos la temperatura va aumentando.
No es conveniente entrar cuando está fría porque en el tiempo que tardamos en calentarla nuestros músculos ya se habrán enfriado, y tampoco es aconsejable entrar inmediatamente después si la sauna está a más de 60ºC.
El motivo es que podría marear o provocar un cambio en la tensión demasiado repentino.
Hidrátate
Después de hacer deporte perdemos agua, sales y minerales, es completamente normal. Por ello es recomendable beber una bebida isotónica o tomar algo.
Aunque no es bueno comer demasiado después de hacer deporte, algún tipo de hidratación siempre te sentará bien. Esto es crucial después de una alta actividad física, pero lo es mucho más si después entras en una sauna.
Y es que la sauna aumenta la sudoración corporal, por lo que aumentará la cantidad de hidratación y sales minerales que perdemos. Además, puede elevar el pulso, que ya estará alto después del deporte.
Por eso, es conveniente además de esperar unos minutos a entrar en una sauna caliente, hidratarnos correctamente. De lo contrario podríamos sentirnos demasiado cansados o hasta perder el conocimiento.
Controla el tiempo
Siempre debemos controlar el tiempo cuando entramos a una sauna. Nunca es opcional. De hecho para evitar inconvenientes es bueno instalar algún reloj dentro o usar alarmas.
A altas temperaturas, es decir, por encima de los 90ºC nunca debes estar en una sauna más de 30 minutos. De hecho, se recomienda no superar los 20 minutos y con 10 minutos puede bastar para obtener todos los beneficios.
Esto debes tenerlo más en cuenta si acabas de practicar deporte. Hay muchos beneficios de la sauna después del gimnasio pero no debes abusar del tiempo o podrías empezar a encontrarte mal.
Si acabas de practicar deporte, espera a que bajen tus pulsaciones, hidrátate y entra en una sauna por debajo de los 70ºC y no estés más de 5 o 10 minutos la primera sesión.
Luego, sal unos minutos, refréscate, vuelve a hidratarte y ya podrás estar 15 o 20 minutos. Pero asegúrate de que lo haces de forma paulatina y sin forzar a tu organismo.
Conclusión
Ya conoces los increíbles beneficios de la sauna después del gimnasio: mejora el sistema circulatorio, cuida de tus músculos, previene de lesiones, ayuda a relajar la mente y potencia la sensación de confort y serenidad y es un lugar perfecto para recordar los mejores momentos del entrenamiento en buena compañía. Pero, debes tener precaución e hidratárte antes de entrar y no hacerlo cuando la sauna esté muy caliente o por encima de 60ºC.
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