Aunque no sea habitual instalar una sauna en nuestro baño, la verdad es que es idea puede llevar a ayudarnos con nuestra salud, ya que la sauna proporciona grandes beneficios para el organismo como es la circulación sanguínea, reduce el estrés o las molestias en articulaciones y músculos. Por eso, muchos optan por conseguir entre las saunas domésticas pequeñas que ofrecemos desde Saunavital.

Y es que se puede disfrutar de la mejor experiencia en una sauna sin tener que salir siquiera de casa y dentro de la privacidad del hogar. Y no tiene por qué ser un lujo, puesto que, por ejemplo, en Finlandia se estima que hay 3.3 millones de saunas para apenas 5 millones de habitantes. Bien es cierto que en nuestro país estamos lejos de eso, pero si te gusta la idea, entonces no dejes pasar la oportunidad.

¿Por qué instalar modelos de saunas domésticas pequeñas en casa?

La instalación de una sauna, sea del tipo que sea, es un gran beneficio y no es tan complicada como puede parecer. Consta de una cabina con una estufa en su interior que ayuda a aumentar la temperatura del ambiente y producir calor (o vapor, si hablamos de baño turco). Esto ayuda mucho a mejorar la salud puesto que se produce el proceso natural de la sudoración, que contribuye a eliminar toxinas e impurezas de la piel o el organismo, estimular la circulación sanguínea, relajar los músculos y mejorar los niveles de estrés, entre otros.

En definitiva, contar con uno de los tipos de saunas domésticas pequeñas en casa es una gran fuente de bienestar, tanto físico como mental.

¿Qué tipos de saunas hay?

Si te has decido a montar una sauna en tu casa, has de saber que puedes encontrar diferentes tipos de saunas como son:

Sauna seca o finlandesa

La sauna finlandesa puede funcionar mediante resistencias eléctricas, leña o gas. El calentador eleva la temperatura de las piedras para conseguir un calor seco. En su interior se puede alcanzar una temperatura de hasta 100ºC y con una humedad que no llega al 20%. Su origen está en Finlandia, donde tienen una gran tradición milenaria respecto a su uso.

Sauna húmeda o baño turco

También llamado baño de vapor o Hammam, es un tipo de sauna basado en el uso del vapor de agua para mejorar la salud. En el interior se puede conseguir hasta 70ºC de temperatura y una humedad de casi el 100%. Lo curioso es que a medida que se va ascendiendo en altura en el baño turco, la temperatura va aumentando.

Tiene beneficios similares a las finlandesas, aunque su sistema de funcionamiento es algo distinto y tiene contraindicaciones en caso de problemas de corazón o ansiedad aguda.

Sauna por infrarrojos

Este tipo de saunas funciona mediante energía eléctrica y el uso de lámparas infrarrojas que emiten rayos infrarrojos que afectan directamente al cuerpo. Esto hace que se caliente el cuerpo, pero no el ambiente. Puede alcanzar una temperatura de 60ºC y su ventaja es que consume menos que los modelos anteriores de sauna. Además, al no tener apenas humedad se pueden incluir más dispositivos y complementos tecnológicos (radio, cromoterapia, conexión USB, etc.)

Medidas habituales de las saunas domésticas pequeñas

Las medidas generales para las mini saunas o saunas pequeñas pueden variar en función del fabricante, aunque los modelos estándar que podemos encontrar respecto a saunas de menor tamaño son:

  • 120 x 120 cm.
  • 110 x 110 cm.

¿Qué ventajas tiene usar una sauna pequeña?

Las saunas pequeñas no quitan ni un ápice de los beneficios que podemos encontrar en las saunas, en general:

  • Limpia la piel de toxinas e impurezas. Mediante el sudor se eliminan todas aquellas toxinas del organismo y la piel. Elimina el acné, puntos negros, etc.
  • Tras realizar una actividad física, la sauna ayuda a relajar y recuperar los músculos. Eso sí, es recomendable esperar entre 15-30 minutos para entrar tras el esfuerzo físico.
  • Ayuda a la estimulación de la mente.
  • Relaja el cuerpo y alivia el dolor muscular y articular.
  • Despeja las vías respiratorias gracias a su efecto expectorante. Reduce los efectos de la sinusitis, la tos seca o el resfriado.
  • En las mujeres alivia el dolor menstrual por la acción del calor en la zona del vientre.
  • Mejora la presión y la circulación sanguínea por el calor, aunque hay que tener precaución si hay enfermedades relacionadas con el corazón y la circulación.

Beneficios de instalar una sauna doméstica pequeña en casa

Aparte de los beneficios a la salud que hemos señalado, también tienen ciertos beneficios que aparecen tras su instalación y que tienen más que ver con la calidad, el diseño y el confort.

  • Diseño. Tiene un diseño compacto para aprovechar el espacio disponible. Existen modelos que se adaptan a cualquier zona, por lo que son personalizables (techos, habitaciones individuales, etc.).
  • Instalación sencilla. Su instalación se destaca por ser fácil, rápida y sin apenas obras.
  • Gana en privacidad. Al estar instalada en casa se gana en privacidad e intimidad. Esto hace que haya más tranquilidad durante las sesiones y sin necesidad de compartir espacio con desconocidos.
  • No hay horarios. Se puede disfrutar a cualquier hora del día, al contrario que si tenemos que acudir a un lugar público que suele tener unas horas de apertura y cierre.
  • No es necesario moverse de casa y es ideal para aquellas personas que tienen algún tipo de problema de salud (dolor muscular, problemas respiratorios, etc.).

Consejos si instalas una sauna en tu casa

Al fabricar saunas domésticas pequeñas, hay que tener en cuenta determinados consejos, como el hecho de no usar nunca clavos, que sea una zona bien ventilada y de escoger la mejor fuente de calor.

Cuánto espacio es necesario

Al crear un habitáculo si queremos una de las saunas domésticas pequeñas, es necesario asegurarnos del espacio disponible con el que contamos. En caso de ser una sauna pequeña, podemos escoger un tamaño estándar para una sauna individual, o pensar en la personalización para que se ajuste al espacio.

Bien es cierto que, si no tienes mucho espacio en el baño y si cuentas con un garaje, una terraza, jardín o una habitación que no usas, la versatilidad del espacio se amplía considerablemente.

Lo importante para destinar al espacio es la cabina principal de la sauna, que las medidas exteriores sean suficientes para ocupar el espacio. En segundo lugar, hay que pensar qué queremos introducir en el interior: un calentador (obligatorio) para calentar el ambiente, bancos para sentarse, una puerta, etc. Además, no podemos olvidarnos de que es esencial disponer de un lugar para la ventilación.

Elegir un diseño acorde al hogar

Ahora que ya sabemos qué sauna comprar, hay que pensar en el diseño que tendrá. Para comenzar, qué madera queremos utilizar, estilo de decoración para adaptarlo a la del hogar, el tamaño, etc.

Así mismo, no es lo mismo una sauna finlandesa revestida de madera, una de infrarrojo donde no es necesario un calefactor o los baños turcos y su alicatado característico.

Asesoramiento de profesionales del sector

Las saunas son una inagotable fuente de bienestar y salud, pero si estamos buscando la sauna ideal y perfecta para nosotros, es mejor recurrir a expertos que nos ayuden en la elección.

Además, las saunas es mejor que las instale un profesional, ya que hay que hacerlo de forma correcta para evitar fugas de calor, por ejemplo.

Fuente de calor correcta

La seguridad siempre ha de ser un factor esencial, incluso en la sauna. El cuerpo humano no está creado para soportar temperaturas extremas durante mucho tiempo y el calor generado ha de ser controlado. Por ello, es mejor contar con un sistema eléctrico o de gas bien conectado. Para ello, es mejor contar con profesionales como electricistas, por ejemplo.

Mantenimiento esencial

Las saunas domésticas primeras apenas requieren mantenimiento, pero no por ello tenemos que descuidarlas. Hay que limpiar de forma regular la madera y tener el interior limpio. Bien una vez a la semana si la utilizamos bastante o, en el mejor de los casos, cada 15 días.

¿Cuál es el consumo de las saunas domésticas pequeñas?

El gasto energético de una sauna en casa irá en función del tipo de sauna que hayamos escogido. Una sauna tradicional requiere una instalación trifásica que consume unos 6-8 kW/h, así como una conexión de 400 V que proporciona la potencia al calefactor. Y a eso hemos de sumarle el gasto energético en el tiempo, que puede variar en función del intervalo de uso y las veces que utilicemos la sauna a la semana.

Si hablamos de un modelo con infrarrojos, basta con encenderla unos minutos antes de cada sesión para conseguir la temperatura deseada. Necesita una toma de contacto estándar de 220/230 V.

Como hemos podido ver, no es nada complicado conseguir saunas domésticas pequeñas que se adapten bien a un espacio reducido. En Saunavital contamos con servicio de personalización. Contacta con nosotros para saber más.


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