El acudir a una sauna pública para obtener sus beneficios para la salud ya pasó a la historia. Hoy en día, es muy sencillo instalar una sauna en casa, incluso tener la posibilidad de escoger el tipo y el estilo que más nos guste.
Eso sí, hay que tener en cuenta que nuestra casa sea lo bastante espaciosa para poder instalar una sauna, aunque no es una tarea imposible. Aunque funciona mejor para aquellos que tienen un amplio espacio en su casa o tiene jardín, podemos encontrar diferentes dimensiones para adaptarse al espacio del hogar.
En este artículo, Saunavital te cuenta qué hacer si quieres instalar una sauna en tu hogar.
Tipos de saunas
Si queremos instalar una sauna en casa, lo primero que tenemos que determinar es qué tipo de sauna estamos buscando, ya que una sauna seca no es similar a una húmeda. Ni tampoco las anteriores son exactas a una sauna infrarroja.
Saunas finlandesas o secas
Para comenzar, son las más tradicionales y consisten en un habitáculo de madera donde se inserta un calefactor que calienta las piedras volcánicas para luego conseguir el vapor y el calor entre 80 a 100ºC.
Se puede conseguir de diversas maneras, desde adaptar una habitación o un baño o montar una sauna en el jardín.
Las saunas secas se dividen, a su vez, en función del método de calefacción, con modelos de leña o eléctricos.
Baños turcos, sauna húmeda o de vapor
Otra opción de sauna es la denominada sauna de vapor, sauna húmeda o baños turcos. Se caracteriza por que el vapor caliente es el completo protagonista del habitáculo.
Son bastante básicas de construir, aunque dispone de algunas ventajas que las diferencian de las saunas finlandesas.
Para empezar, la temperatura interior suele rondar los 40ºC y puede producir una humedad que alcance el 99%. Es decir, cuanto mayor sea el calor, más cantidad de vapor.
La desventaja frente a las saunas secas es que pueden subir rápidamente de temperatura, por lo que hay que tener precaución en cuanto a su encendido y mantenimiento. Además, suelen ser más calientes para la piel, ya que el aire húmedo impide que el sudor se evapore y enfríe el cuerpo.
Saunas de infrarrojos
Una tercera opción, más moderna, es usar una sauna de infrarrojos que se calienta en el interior mediante lámparas infrarrojas. Son más seguras ya que no usan combustible y permite un mayor ahorro energético. Y todo ello sin perder los beneficios de las saunas clásicas.
Mediante la radiación electromagnética del infrarrojo se alcanza una temperatura entre 49 a 60ºC, bastante más bajo que las saunas finlandesas. Incluso la humedad interior es mucho menor, con apenas el 1%. Esto provoca que el infrarrojo actúe directamente sobre la piel y no empleando el aire caliente y esto provoca que la sudoración sea más intensa en otros tipos de saunas.
¿Dónde se puede instalar una sauna en casa?
No es una pregunta complicada. Podemos instalarla casi en cualquier lugar, siempre y cuando se disponga del espacio suficiente y las condiciones óptimas.
Es verdad que se aconseja su instalación cerca de una ducha para seguir el ciclo habitual de calor y frío, ya que el contraste de temperaturas es, en parte, lo que proporciona parte de los beneficios.
Aunque también se pueden instalar saunas en el exterior, ya sea en patios o jardines (siempre que exista una toma de corriente con toma de tierra para ponerla en funcionamiento o conseguir su conexión con la red eléctrica del hogar).
Si la instalamos en el exterior, tenemos que tener en cuenta:
- El enchufe o conexión eléctrica ha de estar protegida con una caja estanca para evitar el contacto con el agua.
- Si la sauna es de madera, hay que proteger esta con un tratamiento específico.
- La superficie esté nivelada. Si no es así, hay que crear una pequeña solera para que la superficie esté lineal.
En caso de que queramos ubicarla en el interior, hay que:
- Tener un enchufe con toma de tierra.
- La estancia tenga buena ventilación.
Consejos para instalar una sauna en casa
Si no sabemos por dónde empezar para instalar una sauna en casa, tenemos que valorar los elementos:
El espacio disponible
El espacio es uno de los aspectos más importantes. Es esencial tener claro si tenemos el espacio suficiente en metros cuadrados para instalarla. Si vivimos en un piso pequeño, una opción válida es una sauna individual, puesto que apenas mide 4 metros cuadrados. Es más, ocupa apenas poco espacio más que una ducha estándar. Incluso se puede adaptar una habitación para que se convierta en una sauna.
Por el contrario, si tenemos un jardín o una terraza, podemos instalar sin problemas una sauna exterior.
Un lugar tranquilo
Lo importante es elegir un lugar que sea práctico y cómodo.
Generalmente, un cuarto de baño es la opción escogida por la mayoría de usuarios, ya que la ducha está cerca y nos podemos vestir con tranquilidad al terminar el ciclo. Sin embargo, si la sauna es exterior, lo ideal es contar con una piscina cerca o que el baño no esté lejos.
El material ideal para instalar una sauna en casa
Cada tipo de sauna está fabricada en un material característico. La sauna suele estar revestida de un material de madera como el abeto o el hemlock (madera canadiense). Ambos materiales tienen la capacidad de evitar la fuga de humedad y soportan tanto el calor (dilatación) como el frío (contracción de los poros).
Cierre hermético
Es importante que la sauna disponga de una puerta hermética de madera para evitar que aparezcan fugas de calor del interior. Sin embargo, también es recomendable incluir un punto de ventilación. La madera consigue que el calor se mantenga y que el vapor no se disperse.
Otro punto a tener en cuenta es que tenga una ventana o puerta transparente para evitar la sensación de claustrofobia y mantenernos dentro de la sauna durante el tiempo necesario.
Temperatura
La temperatura es la clave de las saunas y escogeremos aquella que se adapte a lo que necesitamos.
Independientemente de esto, podemos contar con un reloj de arena que nos ayude a controlar el tiempo que estamos dentro de la cabina, ya que no es recomendable estar mucho tiempo dentro. Es decir, el reloj nos ayudará a no permanecer más de 15 minutos en el interior. Al salir de la sauna, se recomienda un baño o ducha de agua fresca.
Ventajas de tener una sauna en casa
La instalación de una sauna en casa tiene una serie de ventajas, en general:
- Revaloriza la vivienda.
- Tiene efectos beneficiosos sobre la salud del inquilino del hogar.
- Es un rincón pensado para la relajación y la meditación.
- Se puede disfrutar de todos los beneficios de una sauna en la intimidad del hogar y sin tener que salir del mismo.
Beneficios para la salud de contar con una sauna en casa
Como ya sabemos, una sauna se trata de un espacio ubicado dentro o en el jardín, que se calienta con agua para conseguir un ambiente caliente y húmedo. Tiene los siguientes puntos a favor:
- Mejora la salud, el bienestar y el rendimiento. Ayuda a recuperarnos tras una actividad física intensa, puesto que relaja los músculos y alivia los dolores musculares y articulares.
- Las saunas relajan no solo el cuerpo, sino también la mente. Ayuda a conciliar el sueño.
- Mejoran la salud cardiovascular y del corazón. Una persona puede sudar hasta medio litro en una sauna y el pulso se le dispara hasta un 30% más. Esto permite al corazón bombear el doble de sangre por minuto. Y eso mejora la circulación, a su vez.
- Elimina las toxinas e impurezas, tanto de la piel como del organismo, mediante la sudoración.
- Quema calorías y rejuvenece la piel.
¿Cuánto cuesta construir e instalar una sauna en casa?
Una de las mayores preocupaciones de aquellos que quieren instalar una sauna en su casa es el presupuesto. Es importante saber que este puede variar según el tipo de sauna, la capacidad y lo complejo de la instalación.
- Tipo de sauna. Podemos instalar uno de los tres tipos de saunas y cada una de ellas tiene su propia forma de fabricación. Incluso podemos conseguir una prefabricada.
- Capacidad. En función de las personas que vayan a usarla, la sauna ha de ser de uno u otro tamaño. Y eso se incluye en el precio.
- Instalación. Incluye la cabina, las conexiones eléctricas y de fontanería (si se incluye). Las saunas interiores suelen tener un precio más ajustado, pero en las exteriores es posible necesitar toda una instalación de energía y agua para hacerla funcionar y eso aumenta el precio.
Ahora ya tienes toda la información disponible si estás pensando en instalar una sauna en casa. Como ves, no es un proceso complicado, aunque siempre hay que tener en cuenta elementos como el espacio o el tipo de sauna para escoger la mejor opción. Si quieres tener tu propia sauna doméstica, en Sauna vital te ayudamos. Contacta con nosotros.
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